Me llamo Bubba, soy joven pero mi vida no ha sido fácil, como otros muchos gatitos nací en la calle, sin protección y sin comida. Mamá vivía en un edificio abandonado junto a su colonia, unas personas nos llevaban comida. Pero cada vez éramos más, por lo que todo se complicaba, no había comida para todos y estábamos empezando a llamar la atención, por lo que  pidieron ayuda para nosotros.

Llegué junto a mis hermanos, Sidra y Moscatel, a Madrid, a LARA, después de un largo viaje. Con mucho miedo y desconfianza, pero se nos está pasando y ya nos acercamos a los humanos para ver si nos dan chuches.

A mi me están gustando mucho los humanos, sigo a todo el mundo a ver que hacen, no me gusta perderme nada. Sobre todo ahora, que me están buscando una casita para que tenga mi propia familia.

¿Tienes una familia para mi?

adopciones@asociacionlara.org

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